miércoles, 25 de marzo de 2020

INTERESTELAR

                             


Andrea, de apenas seis añitos, sentía fascinación por leer historias interplanetarias antes de dormir.
A su madre, superviviente terrestre de varias catástrofes, reconstruída con partes cibernéticas, se le erizaba la piel cuando su pequeña le decía que de mayor quería ser Refereeintercediendo entre humanos y cíborgs, algo muy común en el siglo XXV, así como viajar entre planetas.
Deseaba que su niña acabara sus días como humana que era.
La besó y arropó.
                                                     
                                                 * * * 

Primera semana:
Después del golpe inicial, abrí los ojos y pude ver la muchedumbre mirándome con desprecio. Abrí mi esfera de viaje y salí, dirigiéndome al edificio del planetoide Ceres, para reportarme.
Yo tenía actualizaciones de las que ellos carecían. Esas miradas... ¿envidia colectiva? No podía ser, sentir no lo tenían codificado, y menos algo así, tan vil y oculto.
Mis ojos cafés de metacrilato brillante, me diferenciaban. 
La ajustada vestimenta reglamentaria delataban curvas femeninas humanas. El exoesqueleto retroiluminado con micropartículas doradas, le daba a mi «piel» un cobrizo bronceado destacando entre la palidez del resto.Tenía el cabello elegantemente recogido.
Me habían rediseñado en el Laboratorio Galáctico, para infiltrarme entre los robots recogiendo información, ya que últimamente se saltaban sus protocolos.
¿Querrían eliminar la raza humana, su creadora? Mi misión, como detective, era desvelar el propósito de tal proceder.


─Saludos, Dalila-4.
─Respondo, mi Capitán. ─Pude oír desde la puerta del despacho donde entraba. Advertí una ligera ¿caricia? de él en la mano de ella. No, sería mi imaginación, no tenían sentimientos.
Dalila-4 sería beneficiaria de la enfermiza organización de Capi.
En seguida detecté que las triviales tareas que ella realizaba le valían importantes condecoraciones, desvalorizando la originalidad de los demás.
Había un séquito que cumplía las órdenes de Capi, a veces obtenían algún reconocimiento, pero eran en repetidas ocasiones los mismos, no se valoraba el buen hacer de los demás, siendo solo material de relleno como si de un lujoso cojín se tratara, donde resaltaban Capi, Dalila-4 y su séquito, mientras el resto quedaba escondido bajo la funda sedosa de la indiferencia, ante el deseo ambicioso de unos pocos por distinguirse. La simplicidad que ella disfrazaba de conocimiento tecnológico destacaba en la comprensión ilógica de Capi.
¡Vaya! y yo que creía que los desórdenes mentales no afectaban a cerebros cibernéticos.
Importantes entresijos internos que debo registrar.


Segunda semana:
Mientras desarrollaba mi misión, obvié el apodo burlesco con que me habían bautizado: Liza, aludiendo a «Actualizada». No estaba programada para contraatacar, mi versión mejorada establecería la paz. Además, la potencia de mi mirada láser ─implantada pero todavía deshabilitada─ podía acabar hasta con Capi, fabricado con la aleación Inconel 718.**

Logré descubrir las causas de la conducta desajustada de las máquinas demasiado pronto, me hubiera gustado un desafío más grande para mis circuitos cerebrales. El nivel 3.1 con que habían dotado a mi inteligencia artificial sobrepasaba los fingidos engreimientos de superioridad de los androides primitivos que me rodeaban.


Quinta semana:
Desde mi cámara, escucho:
─Base a Linda-2. Llamando. ¡Base a Linda!
─Reportándome. Aquí Linda, intentando seguir siéndolo.
─Cíñete a tu programa. Infórmanos.
─Trabajo en ello, pero no estoy programada para responder a la hostilidad de estos sádicos seres inferiores.
─Linda-2, los contaminados de sentimientos diabéticos, los jefecillos nadando al garete en su mar ideológico de aceite rancio, las princesas de la oscuridad del universo, prostitutas reinas de latón, jamás, que lo sepas, ¡JAMÁS! van a entender la dulzura de tu posición. Esa es tu arma, tu fuerza y, especialmente, tu corazón. ¡Espero una respuesta favorable en la próxima conexión!

«Mi corazón» Suspiro...

El contraste del infinito oscuro con la brillante luminosidad de cada estrella, pintaban un paisaje de luciérnagas siderales maravilloso, que observaba tumbada desde mi cómoda meridiana.
Sueño ─palabra tan humana─ con que la entramada red de hechos no se materialice.
Comencé a ordenar frases en el apartado de mi cerebro destinado a guardar información: Reportes Pendientes.

  • Somos muchos, demasiados. 
  • Sistema colapsado de incontables especímenes repetidos con iguales tareas.
  • Surgen rivalidades, disconformidad, incompetencias. Deseos de sobresalir, de ser único.
  • Se menosprecia lo que sea nuevo. Se silencian mis nuevas ideas para ocultar sus carencias.
  • Los falsos jefecillos del séquito de Capitán, alzan su voz dando cátedra sobre temas obsoletos, que, con cierta estructura de vocablos, hacen parecer que su verdad sea la única razonable.
  • Se alían entre ellos para destruir la supuesta amenaza: yo.
  • Hay una conspiración para que se me traslade a La Fundición. 
(Aparece en mis archivos de memoria, imágenes de Juana de Arco).
  • Quieren acabar conmigo echándome al fuego.
Guión, guión... re-se-te-an-do... e-li-mi-nan-do-esta-última-frase... ¡Cíñete-a-tu-programa!

Suspiro.

  • No aceptan actualizaciones ejemplarizantes.
  • Descubro además, fallos en sus conexiones cerebrales, metales oxidados les limitan el entendimiento del valor añadido y las mejoras con que podrían contar en un futuro cercano.
  • Manifiestan una desarrollada violencia interna no programada de origen, donde quienes prevalecen son siempre los mismos, quitando del medio a los demás.

Conclusión: no desean destruir a los humanos, sino «ayudarlos» a eliminarse a sí mismos, permaneciendo ellos como únicos habitantes en la galaxia, falsos seres superiores: los iluminados.

Vuelvo a mi base terrestre.

                                                 * * * 


Andrea, ya mujer, visita silenciosa y cabizbaja, la tumba de su madre:

«Perdóname, madre, por no complacerte. Aún conservo mi corazón, el original que me diste tú.
¿Sabes? Me han convertido en algo mejor que una referee, soy Detective».
                              
                                                 F I N

                          -------------------------------------------

** Apunte informativo:
Inconel 718:  Aleación.
Características clave:
Buena resistencia a la rotura por fluencia.
Mayor resistencia que Inconel X-750.
Mejores propiedades mecánicas a temperaturas inferiores.
Se endurece por envejecimiento.

Aplicaciones dinámicas a altas temperaturas:
Turbinas de gas.
Motores de cohetes.
Naves espaciales.
Reactores nucleares.
Bombas.
                                     ------------------------