sábado, 5 de enero de 2019

Noche de Reyes

Iba creciendo sin entender la vida 
a duras penas su madre que sola lloraba
nunca dejaba que le faltara comida.

A su alrededor brotaban 
risas de niños mal educados
cómo podía ser
que siempre tuvieran regalos?
Él era dulce y cariñoso
dispuesto siempre a ayudar
no entendía porqué 
los Reyes Magos 
no se acordaban de él. 

Se hizo un hombre sin entender porqué 
mientras unos tienen tanto
a otros se les enseña 
solo a tener fé.

Llegó el día en que aquella muchacha 
que todos querían 
que ni siquiera a mirarla 
él se atrevía 
por su hermosura por su alegría 
adornada de oro ella siempre iba
brillaba de noche y también de día.
Ostentosos obsequios 
siempre recibía
de jóvenes apuestos 
llenos de energía 
pero la bondad de él
su madre le decía
nadie la igualaba
mas un puño en su corazón 
cada noche le dañaba.

La noche del cinco de enero
sentado frente al mar
melancólico miraba
el monótono vaivén 
como si de sí mismo se tratara
sin un antes ni un después 
que a su alma motivara.

La luna brilló
en su máximo esplendor
cuando ella se le acercó 
con una rosa en la mano que
le entregó con amor:
-Esta noche de Reyes
te traigo esta rosa
acéptala por favor, 
vengo en busca 
de tu noble corazón.

Con radiante sonrisa 
él pudo entender
la respuesta a su pregunta
para qué tantos regalos?
si solo basta tener .

cg  119

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